Si eres una de aquellas personas que han decidido optar por una tarima exterior para su jardín o terraza, además de haber tomado una buena decisión… ¡este artículo te interesa!
Las tarimas exteriores están muy demandadas debido a su durabilidad y elegancia que aporta al espacio en el que se encuentran. No obstante, existen descuidos o faltas de mantenimiento en algunas épocas del año, especialmente en invierno, cuando no se le da tanto uso al espacio donde están instaladas. ¡No caigas en este error, o durará mucho menos tiempo del estimado!
Problemas más típicos de las tarimas exteriores en invierno
Este tipo de suelo queda increíble y prácticamente todo el mundo que opta por él está más que satisfecho. No obstante, requiere de un pequeño mantenimiento, ya que puede encontrarse con distintas complicaciones en según qué meses del año.
#1 Hinchazón o levantamiento de la tarima
Esto se debe a la dilatación producida por la humedad que se ha generado debido al frío y a las lluvias. El material se hincha y las lamas se empujan unas a otras, descolocándose.
#2 Problemas con pudrirse
Si una tarima llega a pudrirse, es debido a la absorción y acumulación de humedad que trae consigo la aparición de hongos pudridores de madera.
Además, la gran contracción que experimenta la madera durante este fenómeno hace que las lamas más grandes se agrieten o astillen.
#3 Quemaduras por el Sol
La exposición al Sol, también en invierno, reseca el material alterando su color y estropeando su acabado.
Consejos para cuidar tu tarima exterior en invierno
Sí, lo sabemos, has llegado hasta aquí y con lo que has leído parece que optar por una tarima exterior es una malísima idea. ¡Para nada! Hemos comentado las posibles complicaciones que, como absolutamente todo, puede tener. Consúltanos vía telefónica o presencial o sigue estos consejos para poder disfrutar con total tranquilidad de tu tarima exterior.
#1 Usa aceites
Existen una serie de tratamientos en aceite que han sido creados con el fin de proteger la tarima exterior ante las adversidades que traen los meses de invierno.
Estos aceites deben impregnarse perfectamente por toda la superficie para poder ejecutar con éxito su efecto protector.
#2 Cerramientos o pérgolas
Optando por cerramientos o pérgolas, se evita que caiga sobre la tarima fenómenos dañinos como nieve o lluvia. Esto supone una de las maneras más comunes para cuidar la tarima exterior, ya que se suelen colocar como parte de la decoración.
#3 Limpieza
Es fundamental mantener un cuidado mantenido de la tarima para mantenerla en buen estado. Se deben eliminar constantemente la aparición de hojas, nieves y agua, ya que pueden desarrollar problemas de humedad.
#4 Filtros solares
Estas sustancias pueden venir ya incorporadas en algunos aceites y ayudan a evitar que la madera pierda su color original debido a los efectos de los rayos de Sol.
En Madegar queremos ayudarte
Somos un equipo de profesionales en Málaga con una amplia variedad de tarimas que pueden interesarte. ¿Hablamos?